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Día Mundial de la parálisis cerebral

El Día Mundial de la Parálisis Cerebral se celebra cada 6 de octubre desde 2012. Es una fecha dedicada a visibilizar esta condición y abogar por los derechos de las personas con parálisis cerebral. La Confederación ASPACE, encargada de la campaña en España, ha adoptado este año el lema «Envejecer. Decidir. Vivir».  Fundación AFIM Salamanca se unió, una vez más, al encuentro organizado por ASPACE Salamanca, que ha tenido lugar en la plaza Mayor de esta ciudad.

En ciudades de toda España, las entidades ASPACE realizaron actividades para conmemorar este día, con murales colaborativos, charlas y reuniones. El objetivo de esta actividad era, una vez más, visibilizar el aumento de las necesidades de apoyo ante el envejecimiento de las personas con parálisis cerebral.

Fundación AFIM con ASPACE Salamanca

“Desde Fundación AFIM Salamanca hemos querido contribuir en la celebración del Día Mundial de la Parálisis Cerebral, acompañando a nuestros amigos de ASPACE Salamanca y aportando nuestro granito de arena en aras de conseguir un envejecimiento digno y participativo para todas las personas”, comenta Mila Benavente, responsable de Fundación AFIM Salamanca.

¿Qué es la parálisis cerebral?

Se trata de una discapacidad producida por una lesión en el cerebro que afecta a la movilidad y la postura de la persona, limitando su actividad. Esta discapacidad puede ir acompañada de una discapacidad sensorial o intelectual en mayor o menor grado, por eso nos referimos a la parálisis cerebral como una pluridiscapacidad.

Los síntomas aparecen durante la infancia o la edad preescolar y varían de muy leves a graves.

Su causa y su efecto varían de una persona a otra. Algunas personas  pueden caminar, mientras que otras necesitan ayuda. Algunas son personas con discapacidad intelectual, pero otras no. También pueden tener epilepsia, ceguera o sordera.

No existe cura, pero los tratamientos pueden ayudar a mejorar la función. Los síntomas de la parálisis cerebral pueden variar durante el desarrollo del niño, pero la afección no empeora. Por lo general, la afección permanece igual a lo largo del tiempo.

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