Voluntariado medioambiental de Fundación AFIM en el Proyecto Ríos
Fundación AFIM Santander participa en el Proyecto Ríos desde hace más de 15 años. Es más, es una de las entidades pioneras en este programa de voluntariado medioambiental de la Red Cambera, en colaboración con el Gobierno de Cantabria, que desde 2008 reúne a personas interesadas en el estudio y cuidado de los ríos de Cantabria.
Para poder realizar este análisis, Fundación AFIM tiene asignado un tramo de río Saja – Besaya, “ya muy conocido por todos nosotros, que somos los veteranos”, explica Paula García, monitora de Fundación AFIM quien acompañó el grupo de nueve personas que formaron parte de la última expedición que tuvo lugar a mediados de octubre de este año.
Análisis y estudio de Fundación AFIM en el Proyecto Ríos
Las personas con discapacidad que integran Fundación AFIM y, a la vez participan en el Proyecto Ríos, realizan dos intervenciones al año, en primavera y otoño, unas estaciones en las que los voluntarios medioambientales de Fundación AFIM acuden al tramo de río correspondiente para realizar su labor de análisis y estudio con metodología científica y detectar los problemas en el ecosistema fluvial”.
Proyecto Ríos
El Proyecto Ríos es una iniciativa que busca unir personas y ríos desde hace 16 años. Con él se pretende generar ideas conjuntas y llevarlas a cabo en común.
La inspección de ríos vertebra el proyecto y consiste en la caracterización de un tramo de 500 metros de río por las personas voluntarias, entre ellas usuarios de Fundación AFIM.
Proceso del Proyecto Ríos
En primer lugar, y de forma simultánea en toda la región, se recoge en una ficha de datos información relativa a las características del agua, como color, temperatura, transparencia y olor, las condiciones de las márgenes y uso de los suelos, la inspección de vertidos, si hay residuos o no, las especies de flora y fauna presentes, también los macroinvertebrados.
En segundo lugar, se procede al diagnóstico del tramo de río inspeccionado que comprende la valoración de la calidad biológica del agua, a través del estudio de los macroinvertebrados, y el estado del bosque de ribera.
Crónica del reciente análisis de Fundación AFIM en el Proyecto Ríos
“Según llegamos, pudimos observar que el agua del rio fluía con bastante fuerza. Hubo precipitaciones la noche anterior e incluso ese mismo día. Por lo que el río iba hasta arriba de agua.
A todo el grupo le sorprendió que el agua fuera con espuma. Pensamos que sería un problema, pero Iría, voluntaria de Red Cambera, nos contestó que realmente eso era bueno, ya que así el agua se oxigenaba. Además, para ser otoño, el nivel del agua era el más alto del habitual y eso nos llamó la atención.
Para comprobar la transparencia del agua, cogimos una botella y utilizamos una guía en la se podía ver perfectamente el fondo. Por lo que podemos decir que el agua era transparente, no daba ningún olor y no había aceite ni espumas.
Alrededor del río pudimos encontrar bastante vegetación como, helechos, robles, avellanos, alisos y chopos. Y también especies invasoras, como el plátano de sombra y el bambú japones.
Pero no todo iba a ser tan perfecto. Muy a nuestro pesar había residuos por la zona, como botellas de plástico, papeles, plástico enredado en la vegetación del río e incluso latas.
Y tampoco faltaron las anécdotas, como la libélula que pudimos ver de cerca o una oruga que “escalando” por la bota katiuska de nuestra voluntaria Iría. Y unos patos delante de nosotros nadando.
Para ver los insectos, nos encargamos de coger una muestra de agua, en la que encontramos caracolillos de río; “es una mala señal; pero también hallamos un tricóptero con estuche, que esto sí es una buena señal, además de gasterópodos y crustáceos”
La última misión fue medir la temperatura del agua que era de 17 grados, según marcaba el termómetro que dejamos durante un minuto en el agua y finalmente, llegamos a la conclusión de que la calidad del río no era muy buena según los parámetros analizados”.
Río Saja… ¡nos volveremos a ver en primavera!
